Transformación de basura en Energía
El aumento de población y el desarrollo de la sociedad de consumo plantean uno de los mayores problemas actuales: la creciente generación de residuos sólidos urbanos y su necesidad de reciclarlos y de reducirlos. Cada persona tira entre 500 y 550 kg de basura doméstica al año.
Descripción del sistema para transformar basura en energía:
- Primer paso: en casa
Lograr la máxima valorización y recuperación de la materia inerte reciclable depende de una eficiente selección doméstica. El aumento de la cantidad de basura doméstica radica en materia no orgánica, es decir, susceptible de ser reciclada.
- Segundo paso: la recogida
- Tercer paso: en la Planta de Reciclaje
El camión vuelca en una nave los productos reciclables, que son clasificados en grupos: papel y cartón, vidrio, plástico, metal y envases de brick. Un 26% es rechazado. Cada uno de ellos entra en el proceso de selección de manera individualizada. La primera criba la realizan operarios que desechan materia orgánica en una cabina de triaje inicial.
Después de esta selección, la basura pasa por un tromel que separa, gracias a la acción conjunta del aire e imanes, los desechos que no pertenecen a la cadena en curso. Por ejemplo, si se está seleccionando plástico, se eliminan los bricks y demás residuos, que pasarán de nuevo por el proceso en su turno.
En la cabina de triaje y selección principal, numerosos operarios criban la basura. Algunos materiales serán rechazados para la planta y se llevarán a la zona de vertido. Los demás se separan en sus correspondientes contenedores. De allí, pasarán por un aspirador, en el que campos magnéticos obtienen los metales que se destinan a su correspondiente contenedor. El vidrio, el papel, la chatarra, el brick y el plástico están listos para ser empaquetados.
Una vez seleccionados y empaquetados por naturalezas, los diferentes productos son preparados para transportarlos a empresas que los aprovechan como materia prima para crear nuevos artículos.
- Cuarto paso: En el Vertedero
Los desechos orgánicos llegan a la zona de vertido, que está dividida en celdas. Se trata de espacios de en torno a 2.000 metros cuadrados que una vez llenos de basura se tapan con tierra con el fin de facilitar la fermentación anaerobia de la materia orgánica.
Cada celda dispone de drenaje para la canalización de lixiviados (líquidos resultantes del proceso de disolución de metales) hasta la red de colectores. Este sistema centralizado de extracción y conducción de gas hace que estos gases sean energéticamente aprovechables. Genera energía suficiente, en función de las características de la planta, para convertirla en autosuficiente e incluso exportar a la red. Además, p , logra eliminar las posibles afecciones por olores o incendios.